Se mezclan las cartas con números y cada jugador recibe 3. El resto se deja como montón de robar.

Por turnos, los jugadores tienen que jugar una carta y luego robar. De forma que siempre tengan 3 cartas para elegir.

Al jugar una carta, la suman al valor del montón. Si se empieza el montón se dice el número de la carta. Si ya hay cartas en el montón se suma el valor de la carta jugada al valor del montón, es decir, si el montón tiene varias cartas que han sumado 5 y añades un 2, debes decir 7. Cuando juegas una carta pueden ocurrir varias cosas:

- En caso de que con tu carta no llegues a 10, dices el resultado de la suma y no pasa nada más. Robas y es el turno del siguiente jugador.

- En caso de que sumes 10 en el montón, te llevas todas las cartas que lo componen. Las dejas a un lado, son puntos para el final del juego. Quien tenga más cartas gana la partida.

- En caso de que la carta jugada se pase de 10, se las lleva el jugador anterior. 

Aparte de esto hay algunas reglas y cartas especiales: la sirenita, que puede sumar o restar; la rana porcina, que hace que el montón vuelva a cero; y la regla especial de que si juegas la misma carta que el jugador anterior o una carta que valga el valor total del montón, puedes elegir si sumar o dejar el valor del montón en ese número.

Se juega hasta que no queden más cartas. El ganador es el que tenga más cartas al final.